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Nuestras emociones, nuestros huespedes.

Todos hemos transitado y lo hacemos continuamente momentos en que nos cuesta encontrar ese espacio para nosotros… para pensar tranquilos, para llorar tranquilos, para gritar tranquilos… el dolor, las desilusiones, las frustraciones son parte de nuestra vida… pero el dolor también nos enseña cuando lo transitamos con consciencia plena. Esta práctica lleva un determinado esfuerzo para observar y aceptar nuestras emociones momento a momento, mirarlas de frente, aceptándolas, dándoles un espacio, respirando con ellas y observando cómo cambian, cómo evolucionan ante nuestra mirada… y en esa nueva perspectiva que aparece aprendemos a cultivar la paciencia, la concentración, la compasión y la ecuanimidad en estos momentos confusos.
No es una lección fácil de aprender…Sanar es un trabajo que lleva tiempo…
Podríamos rechazar nuestras emociones negativas, escapar… y sin embargo como dicen algunos maestros... les ponemos la alfombra de bienvenidas… y aún con dolor sabemos que es la única manera de sanar. Por eso quiero compartir con ustedes este poema de Rumi, que se llama “The Guest House" que con su maravilloso estilo nos enseña a estar abiertos a los "huéspedes" que cada día llegan a nuestra puerta...

Disfruten esta poesía... que hace que este momento además de único sea especial...
Un paso más...
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Otros síntomas que deberías observar

¿Estás gastando dinero en cosas que no necesitas? ¿Te subes al auto y te olvidas de ponerte el cinturón de seguridad? ¿Ya te sientes cansado de tomar tu medicación para tu tiroides o tu diabetes o tu presión? ¿Prefieres las interacciones virtuales a las que te ofrece la vida real? ¿Pasas mucho tiempo en internet? ¿Te has sentido mal luego de comerte casi una pizza tu solo? ¿Estuviste tentado a llevarte ese lápiz labial del supermercado y no pagarlo? ¿Has aumentado los cigarrillos que fumas y la cerveza que bebes? ¿Te duele la espalda a menudo?
Cuando hablamos de depresión nos vienen a la mente los siguientes síntomas: decaimiento, cansancio, poca motivación para emprender nuevos objetivos, sentimientos de inutilidad, de culpa y trastornos del sueño, entre otros, pero existen también algunos síntomas que nos pueden sorprender.
Si nos animamos a respondernos estas preguntas con sinceridad veremos que estamos experimentando alguno de estos síntomas y así negando y dando la espalda a lo que podría ser el comienzo de una recuperación o de anticiparnos al desarrollo de esta enfermedad como es la depresión.
¿Qué deberíamos observar?
Compras compulsivas: Cuando una persona está deprimida las compras tanto en tiendas, mercados, como on line puede servirle como distracción o refuerzo de su autoestima. “La terapia de las compras” tiene poca vida porque no se trata el problema, que se esconde y se usa como protección de síntomas más dolorosos.
Beber en exceso: Si sientes en algún momento que necesitas beber para calmar tu ansiedad o tu depresión y luego de hacerlo sientes una sensación de tranquilidad, de alivio, debes saber que el alcohol es un depresor y hará que los episodios ansiosos o depresivos se vuelvan peor cada día.
Excesivo Uso de Internet: Hay una relación comprobada entre el tiempo que pasas en internet y la depresión, ya que el mundo virtual te ayuda a protegerte de los desafíos de encontrarte con amigos, de posibilidades de encuentros nuevos o actividades diversas. Cada día aumentas tus horas en internet y disminuye tu contacto con el mundo real, tu casa se transforma en un refugio peligroso y solitario. Observa cuáles son los sitios que visitas.
Olvidos: Cuando estamos atravesando momentos depresivos uno puede sentirse confuso, y muchas veces olvidadizo. Esto puede reducir o debilitar la parte del cerebro asociada con la memoria y el aprendizaje. Tu atención está muy dispersa y en muchos casos no vives para nada en tu presente, lo que hace que te muestres como en una nube y le temas a tus olvidos. No te preocupes, trabajando tu depresión tus problemas de memoria se solucionarán.
Atracones y Obesidad: Los atracones, el comer mucho y mal en poco tiempo son características de los estados ansiosos. Ganar peso es común en jóvenes y adultos con el gran riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y problemas de salud diversos. Si te ves tentado, tómate tu tiempo, respira y vuelve a considerar si deseas o no esa hamburguesa, ese donut, esa tarta.
Pequeños robos: Se ha comprobado que un tercio de los robos que se cometen en supermercados, shoppings, farmacias, tiendas de todo tipo los hacen personas con trastornos depresivos. Lo que se roba no es importante, lo que es importante es la sensación de poder que algunos sienten, la sensación de sentirse importante. Es esa chispa que la depresión nos niega, poniéndonos en riesgo.
Dolor de espalda: ¿Tienes dolores de espalda que no te abandonan? Los estudios muestran que la depresión puede ser un factor de riesgo para que este dolor se trasforme en crónico. Más del 40 por ciento de personas con depresión NO han tenido o experimentaron dolor de espalda antes de sentirse deprimidos. Observa esto en ti y coméntaselo a tu médico. Es un círculo vicioso que hay que cortar, ya que el dolor crónico te lleva a profundizar tus síntomas depresivos.
Comportamiento Sexual riesgoso: Puede ser que pienses que cuando una persona está atravesando un episodio depresivo siente que su libido está baja y ha perdido interés en el sexo. Pero también hay casos en que muchas personas usan el sexo para superar su depresión y su stress. El aumento de la promiscuidad, infidelidad, obsesiones sexuales y un comportamiento riesgoso como no tener sexo seguro pueden ser todos signos de depresión. Presta atención ya que pueden tener serios efectos negativos en tu salud y en la vida personal.
Emociones Exageradas: Puede ser que observemos personas que muestran pocas emociones, pero puede haber algunas que las muestran demasiado. Ellas pueden de repente volverse irritable o explosivos y también pueden mostrar una tristeza exagerada, miedos exagerados o desesperanza exagerada. Hay que observar si hay un repentino cambio en su comportamiento, si de pronto alguien que estaba muy triste y decaído se vuelve hiper emocional.
Problemas con el juego: Jugar te pude hacer sentir excitado, en muy buen ánimo. Pero es seguro que si no juegas solo por recreación tarde o temprano corres el riego de deprimirte. Los problemas de los jugadores es que pueden ser más propensos al alcohol y a la depresión. Muchos pueden ya estar ansiosos o depresivos antes de comenzar a jugar. Por más dinero que ganes nada será equivalente a lo que ganarás tratando tu depresión y dejando el juego por un tiempo.
El cigarrillo: ¿Tienes problemas para dejar el cigarrillo? Estar depresivo aumenta el riesgo de fumar. Fumar un paquete por día y comenzar a fumar luego de los primeros 5 minutos en las mañanas, son hábitos muy comunes entre los fumadores que sufren depresión. Aunque parezca imposible de dejar el cigarrillo cuando llevas años fumando, sí se puede. Existen técnicas y medicación especializada para cada caso que te ayudarán a dejar esta dependencia que solo perjudica tu salud y aumenta tu ansiedad.
El descuido de sí mismo: De repente descuidar el cuidado básico puede ser signo de depresión y baja autoestima y está muy relacionado con la depresión; como podría ser es lavarte los dientes o no cuidar tu ropa, pero nos preocupa cuando comienzas a olvidar el tomar la medicación para otras enfermedades, o no cuidarnos al cruzar las calles, no usar los cinturones de seguridad, ponernos a hacer enormes esfuerzos en el gimnasio…todo pone en riesgo nuestra vida y nuestra salud.
Estos síntomas, son indicadores, información que nos dicen cómo estamos con nosotros mismos. No debemos tener miedo a enfrentarlos porque se puede encontrar la solución a cada uno de ellos.
Cada uno de estos síntomas puede ayudarnos a luchar por nuestro bienestar a tiempo y siempre bajo el consejo profesional.
Confía en ti mismo y no te mientas con soluciones de corto plazo !!

